En la mitología, Diana era la diosa lunar. Su nombre significa "luz". Diana es emocional, y, a veces incluso un poco probable que explica sus cambios de humor. Su imprevisibilidad en realidad no entran en el capricho, sino más bien la flor de la sensibilidad de la piel que se dará a conocer a una edad temprana. Su entorno aprecian mucho su espontaneidad y alegría de vivir. Sin embargo, tan frágil como parece, Diana también sabe ser firme y defender sus posiciones con la autoridad. Traviesa, el buen juicio y la perseverancia por lo general le permite alcanzar sus fines.