Derivado de mirandus latinas que significan "admirable, maravillosa". El nombre fue creado por Shakespeare para la heroína en su obra 'La tempestad' (1611), sobre un padre y una hija varados en una isla. No se convirtió en un nombre dado Inglés común hasta el siglo 20. Este es también el nombre de una de las lunas de Urano, el nombre del personaje de Shakespeare.